Reina
by Elizabeth Challinor
Todo fue perfecto
Mi madre estuvo conmigo
Me cogía de la mano
No me dieron puntos ni cesárea
De hecho, cuando nació
Le dije a la comadrona
Doña Marcelina
¿Ya está?
¡Puñetera!
¿Todavía quieres más?
Toda la tarde
La niña durmió
Le di el pecho
Y a las 24 horas justas
Me acuerdo perfectamente
Todo cambió
Entró un médico
Un chaval muy joven, gordito
Y me dijo
La niña está malita
Hay que llevarla a Sevilla
Y dice mi madre
¿Cómo está malita?
Si la niña duerme
Y tiene un color rosado precioso
El médico insistió
Llevaron a la niña en un coche particular
Y a los dos de la madrugada
La monja de puericultura
Anunció
Que había muerto
Mi padre
Deme usted el cuerpo
Que nosotros la enterraremos
La monja rehusó
Nosotros nos encargamos de todo
Mi padre
Deme el papel de defunción
La monja
Que no
Llamó a seguridad
Los echó a la calle
¡A mi padre y a mi madre!
Pasaron la noche en un parque
La mañana siguiente
El señor que los llevó a Sevilla
Los volvió a llevar
Otra vez mi padre pidió
El papel de defunción
Otra vez le dijeron que no
Y lo volvieron a echar del hospital
Y hasta ahí te puedo contar
Reina
Jamás
Jamás
Supimos más nada
Por mucho que nos quisimos informar
En Sevilla
Nada
No hubo manera
De nada de nada de nada
Es todo lo que me pasó
Y Doña Marcelina
Que me hubiera ayudado
Murió de cáncer
Poco después
Pero yo
Todavía estoy aquí
Y seguiré moviéndome
Como pueda
Participando en las concentraciones
Porque lo que queda
De mi historia
Es algo más grande
Que el sufrimiento
Yo sé que estamos con el COVID
Y tantos otros desvelos
Pero lo que queda
Es la fuerza
Mi madre me cogía de la mano
Mi padre exigía como podía
Lo que queda
Reina
Es la fuerza
El poder del amor
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Inspirado en la historia de Rosario Ballesteros